Comparten mis mimos

23 de octubre de 2013

INTEMPERIE, DE JESÚS CARRASCO. CONCLUSIÓN FINAL.




Uno se acerca a los libros por distintos motivos.

 No soy de las que van corriendo a comprar la última novedad en ventas o el último best seller por más bombo y platillo que le den. Suelo encauzar mis lecturas a veces por puro capricho, removiendo cielo y tierra si hace falta hasta obtener lo que quiero (mi amigo B lo sabe bien, que mi último pedido viene desde los EE.UU, de tan loco que lo volví para conseguirlo, je,je,je), otras por ese deseo imparable que me da por el saber, algunas porque el libro me hace señas desde la estantería de la librería hasta llamar mi atención, y mil razones más que sería aburrido describir aquí y además no es éste el tema.

Yo llegué hasta Intemperie, de Jesús Carrasco, de la mano del Club de Lectura que dirige el profesor Pedro Ojeda Escudero, desde ese lugar tan representativo que es para mí La Acequia.

A algunos nos  habrá podido gustar más, a otros menos. Habremos podido coincidir o no en nuestras críticas del mismo, pero siempre se nos habrá quedado algo por ahí dentro.

Intemperie tiene esos momentos que pueden dejar huellas perdurables. Intrincadas sendas del destino que cuentan la historia de ese niño fugado, donde los hechos en el espacio y en el tiempo significan algo más que un mero azar, al cual nos hace llegar el autor a través de un copioso léxico -arcaico para algunos- que nos sitúa en ese desértico lugar lleno de vicisitudes.

Nunca sabemos con certeza si la brújula de nuestro camino apunta bien o mal, y así, sin ella, se echó el niño a caminar por las veredas, sin pensar que pudiera encontrarse con el barco salvador que lo llevase por esos mares ignotos a pesar de hacer aguas por alguno de sus lados.

El silencio, compañero incansable del viaje, le hace crecer a un ritmo vertiginoso, y el acerbo paisaje le cría un hombre allá donde el sol le fue quemando la piel y donde la iniquidad humana de aquellos que debieron protegerle lo abandonó a su suerte.

Como hechizada atravesé sus páginas de principio a fin guiada por la intuición, con la esperanza de no acertar en la temeridad que mi mente vislumbraba, pero incluso la realidad descrita fue más brutal que la ensoñación previa.

Es evidente que el autor deja al lector a la “intemperie”, y nunca mejor dicho,  para ser transportados a ella y sentirnos atrapados por el texto, desprotegidos ante la incertidumbre.

Un cántico a los sentidos.

11 comentarios:

Bernardino R.E. dijo...

Por el bién de tu amigo B, espero que no te dé por explotar las acequias de Candá, Emiratos Arabes o Indochina ...

;-)

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

1º-Un digno comentario de un libro
2º-Una bella exposición de tu personalidad.
Hablas bastante de un libro y mucho de ti.
En ambos casos me gusta lo que dices.
Besos.
André

De barro y luz dijo...

Me encantó la novelita. Buena literatura de corte naturalista.

Bss

Abejita de la Vega dijo...

Es un libro distinto, nos arrastra a pesar de su dureza y sequedad. Si exceptuamos los que propone Pedro Ojeda, no sabría decir qué criterio sigo para ponerme a leer. Hay libros que se caen y libros de ida y de vuelta.
Un placer leer tu reflexión, sobre el libro y sobre ti.

Besos

LA ZARZAMORA dijo...

Una excelente síntesis tanto sobre el placer de la lectura como acerca del simbolismo de Intemperie.

Besos, preciosa, y gracias por esos apuntes tan bien logrados.

P.S. Nunca dejé de creer ni en ti ni en tu valía.
;-)

Ignacio Santana dijo...

Interesante sugerencia!!!...me lo apunto para, si alguna vez encuentro un resquicio en esta coctelera agitada que es mi vida, aprovechar para relajarme con su lectura...

Un gran abrazo, guapísima...y gracias, muchas gracias!!! ;)

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Me alegra mucho haber sido el cauce por el que has llegado a esta novela y espero que continúes con el resto de los títulos del año aportando esta forma tan tuya de leerlos. Gracias. Besos.

Paco Cuesta dijo...

El final queda abierto, cada lector aportará el suyo. Es una novela donde la incertidumbre es protagonista.
Besos

Nómada planetario dijo...

He leído otras críticas que hablan muy bien de esta obra. Por encima me recuerda a "Las ratas" de M. Delibes.
Besos.

Nómada planetario dijo...

He leído otras críticas que hablan muy bien de esta obra. Por encima me recuerda a "Las ratas" de M. Delibes.
Besos.

Myriam dijo...

Confieso que me han gustado tus aportes -que he leído con atención- mucho más que el libro en cuestión, del que he leído una parte y hojeado el resto.

Besos y me alegra mucho que estés con nosotros en el Club de lectura ¡y no sabes cuánto! Bienvenida, bienvenida.

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