Cuentan los ancianos del lugar, que por aquel cerro lo vieron subir la última vez que estuvo allí.
Esa vez regresó sólo, ya no le acompañaba su alma gemela. Nadie preguntó dónde quedó ella, todos en el pueblo lo sabían, como fue escrita esa tregua.
Andaba con la cabeza gacha, encorvado y a paso lento. Ya no reía, no hablaba, apenas dirigía la mirada, fijando sus ojos al polvoriento camino, se dejaba llevar cual hoja marchita que arrastra el viento.
Sus cabellos lacios, blancos como la nieve, seguían el ritmo marcado por Bóreas, que helaba en silencio su rostro, compuesto por surcos arados con pasión y esfuerzo.
Pasaban los días a golpe de rezo, como cantan las viejas sus letanías al rugir del alba las campanas del pueblo.
Cada mañana el mismo camino, el monte le espera, busca la esencia de su amor perdido y baja con el ocaso solo y afligido.
Y siguen pasando jornadas ya como si fuesen horas eternas, sanguinolentas, marcadas por desconsuelo, dolor y tristeza.
Y arrecia el frío invierno, cubriendo la loma con un manto etéreo que se pierde con las nubes que bajan a jugar a enredarse en su pelo. Pero ni así persiste, ha de ir a su encuentro, como cada día desde aquel suceso.
Esa tarde no volvió, en la aldea se formó el revuelo. Lo buscaron tras cada árbol, en cada hueco, ni siquiera sus ropas aparecieron, se esfumó cual bocanada de aire recio.
A la bajada del cerro encontraron un percherón blanco y enérgico, erguido, esperando en la entrada del sendero. El más viejo del lugar se acercó con cautela, acarició sus crines y dirigió la mirada certera, los enormes y cristalinos ojos del caballo le respondieron, eran azules como el cielo. Lo acarició con mimo y golpeó su cuarto trasero para que se fuese tranquilo en busca de aquel amor perpetuo.
Y corrió colina arriba, todos se giraron a su encuentro, le vieron trotar hasta la cima, donde se reunió con un pequeño unicornio alado, después de tanto tiempo, por fin la había encontrado.
15 comentarios:
Un encuentro directo en el alma..
oooh!! Un golpe de ternura directo al corazón. Almas gemelas que se buscan y se encuentran, se pierden y se esperan...
¿Será la vida así? Espero que sí.
Genial
Tierno, sin duda. Con una armonia dulce y enternecedora creaste una narracion con ritmo propio. Me hiciste suspirar. Gracias.
cuántas veces andamos en esas búsquedas, desde la mañana hasta el ocaso, después del crudo invierno ...puede suceder el encuentro.BELLÍSIMO
A galopar, que decía el poeta ;)
Besos, Mimosa.
Me encanto su texto Mimosa :O
me lleno de magia y de ilusiones, sin duda encontrar el alma gemela es algo muy esperado muy esperado si, pero requiere de una larga lucha y búsqueda... saludos
Hay encuentros que valen la pena esperar, por los que vale la pena cabalgar al horizonte, a la luna o donde sea preciso....
qué pocas veces hay finales así
Queridísima amiga.
Un relato muy tierno. Menos mal que no apareció ningún cuatrero malintencionado, que se camelase al pobre unicornio y lo alejase de su alma gemela. Aunque muy difícil lo tendría el susodicho.
Los unicornios, siendo como son amantes de la belleza, a veces se dejaban llevar y cambian su libertad por el cariño y los cuidados de alguna dama hermosa, convirtiéndose casi en un animal doméstico.
Cteias contó en sus relatos que los primeros fueron vistos en la India, pero seguro no hace falta viajar tan lejos para encontrar uno.
Aunque, eso sí, no se dejan ver más que por los puros de corazón, y que entre ellos, solo los más puros, los hechos de bondad y ternura, pueden tocarlos.
Feliz búsqueda.
Un fuerte beso.
Eso intento Prudencio, eso intento.
Besos mimosos que vuelan hacia allá.
Hay Musaraña, ojalá. Ojalá algún día se me presente ese amor y dure eternamente, hasta más allá de la muerte, todo en esta vida es tan efímero...
Besos con mucho cariño, y espero que siga latiendo ese corazón recién descubierto.
Espero que suspires durante mucho tiempo junto a ese amor que compartes, que pronto se enlazará en un SI QUIERO, y que sea bien fuerte más allá de los tiempos.
Besos y un gran abrazo.
Mi querida Claudia, hay veces que por más que busquemos no encontramos nada de nada, quizás no haya que buscar, para el que lo tenga que lo retenga.
Besos y abrazos para tí también
Galopando ando por el mundo,pero no tanto como Othar.
Besos mi querida Eva.
El alma gemela, para mí creo que debe ser el bien más preciado, compartir con alguien el todo, la nada, tu ser, espero llegar a encontarla, no pierdo la fe, aunque no haya ganado anteriores batallas, pues nuestras almas nunca estuvieron en sintonía quizàs.Gracias Franz, a mi me ha encantado descubrirte y pensar en tus reflexiones.
Muchos besos desde el fondo de mi alma.
Esperemos que así sea mi querido Carlos, vale la pena esperar si, como en el cuento, uno encuentra su amor verdadero.
Besos, abrazos y un manojito de ternura te van hacia allá.
¡Qué lástima que sean tan pocos!
Puede que esté en nuestras manos que existan más finales como estos, si nos limitaramos a sentir, a vivir, a amar, y no a querer acaparar cada vez más, ambicionar, a no disfrutar de la belleza que rodea nuestros momentos.
Besos mi querido Pedro.
Huatita, ¿tú por aquí? Siempre poniendo ese toque de humor,je,je.
Leyendo tus palabras, me hacen recordar un fragmento que leí el otro día de nuestro querido Quijote,
lo dejo en mi última entrada hasta la vuelta de mis vacaciones.
Gracias, gracias por todo, mi fiel amigo.
Besos llenos de ternura.
Caray, hablando de amores eternos y próximas vidas que solo se pueden vivir a su lado... Excelente me haribaso un suspiro mas tierno de lo normal. Un beso
Que dulce y tierno texto amia...bello
Existiran de verdad las almas gemelas??
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