NOCHE INFINITA. DESEO V.

Imagen de Bogna Kuczerawy

En las horas muertas de esta madrugada, te pienso, te sueño, te escribo desde el desierto frío de esta cama, para contarte cuanto callan mis silencios, para albergar ese abrazo tuyo que me falta.
No me conoces y quisiera sin embargo, detenerte en mis labios para que allí reposes mientras te pierdes en el dulce aroma de mi pelo durante el paseo en mi espalda de tus dedos.
Entretanto, mis ojos pulirán tu imagen para llevarte siempre y te enmarcaré en la luna que nos lame la piel esta noche al entrar por la ventana, derribando los muros del tiempo, para hacer de ella, una noche infinita, una noche donde embriagar los besos y navegar mar adentro.

NUBE

Soy yo, ella y todas las que me preceden,

reflejo de historias inacabadas 

enterradas bajo arena de esta playa solitaria,

que las digiere

Invisible ante los ojos de aquellos

que con el deber de protegernos

nos dieron muerte 

e hicieron hordas en nuestro nombre

Ejércitos de verdugos suplicando perdón

os he visto en la noche, os he visto en la luz

pero soy yo vestida con ellas

quien custodia la llave que acalla las penas

Me sumerjo en este mar de nubes

para llorar debajo del llanto

y sustentarme en el jardín de los sueños

para poder amar el amor que mora en mi, prisionero

HASTIO

Cabalgan los días por este hastío
en el frío invierno que atenaza
Exudan las paredes gélida escarcha
alimentando esa soledad avezada
que juega a morir.
Entras y sales cual fantasma
cumplidora de la tabla diaria 
que colgaste en la pizarra de la memoria
La oscuridad se ceba en este silencio
donde resuenan los propios quejidos
como ecos lastimeros
del corazón encogido 
Ojalá no demore la primavera

ESPERARE

El sol yace sobre sus manos en rayos mutilados
al traspasar su celda de cristal
Día tras día observa tras ella
los lienzos que dibujan las nubes al pasar
Su pelo alborotado se retuerce
mientras la mirada ciega, en el silencio
de sus oídos sordos, se pierde
Ahora su yo planea ese viaje en la vigilia del tiempo
cosiendo un hilo prendido en el ayer
que reza sobre sus labios un único término
Esperaré.

DESGARRADO

Fotografía de Michal Macku

Sé que despertarás de esas preguntas

y sin hallar respuestas, te cuestionarás otras distintas

Sé que la vida, por momentos, te parecerá injusta

y por otros, una lucha merecida 

Sé que pensarás que todo es pura mentira 

y sólo existirá lo que tu mente perciba

Sé que necesitarás al silencio como a la vida misma

para desterrar la negrura que un día se instauró 

desgarrando tu blancura

Sé que tras la dura sonrisa lloran lágrimas de melancolía

que los abrazos contenidos se oprimen en el cajón de los sentidos

que ahogas los te quiero en un no existo

mientras sintonizas el dial de un sufrir para el olvido

DESNUDEZ

Piel curtida en recuerdos de todos aquellos pensamientos que ni siquiera fueron míos
Tan sólo soy el reflejo de esos amores vencidos
deshojando en flores las heridas 
dejadas por oscuras tormentas de otros tiempos


Las luces ya brillan  como una
y las aguas turbias se clarifican dejando paso a la sombra de la luna
A duras penas pude ver la vida por una rendija
queriendo convertir en amor el odio de esa muerte


Círculo viciado de espejos de mil voces que gritan
y el caer de una lágrima hace añicos el cristal
que giraba empañado en juicios y culpas 
sobre lo que fue la absoluta verdad


Aquí estoy,  en mi locura o desvarío
pero en total desnudez.

NAVEGAR EN TU PIEL. DESEO IV

¿Duermes? 

Porque en mi dormir te despierto y en la imaginación, mi respiración se desliza suavemente por la pendiente de tu cuello en la búsqueda incipiente de apaciguar mi deseo.

¿Sueñas? 

Porque yo te sueño, y en tu cuerpo me pierdo navegando por el turbulento oleaje que dibuja tu piel al despojarte con mi boca de todo aquello que recubre tu cálida desnudez.

¿Despiertas?

Y mi mirar detiene el parpadeo de tus ojos que congelan el tiempo, para no despertar de este sueño y poder amar a la vez, recorriendo cada palmo de tu hechizo mientras tus manos descubren a la mujer.

En la ceguera de este mar se pierden las caricias mientras se funde la piel, rumores de un fuego que deja huellas en el agua, de olores a sal, canela y miel. Anoche, una vez más, te soñé.