Aun hoy y después de tanto tiempo,... pensamos,... creemos, que situándonos en medio de la manada estaremos más protegidos, que si nos mezclamos bien, pasaremos desapercibidos,.... pero aun hoy,...... no hemos entendido, que entre medio, ocultos y sigilosos, están ellos, esos LOBOS VESTIDOS DE CORDEROS.............
Nos acechan, discretamente toman nota de cada movimiento, calculando al milímetro las posibles vías de escape a campo abierto, donde indudablemente, se vería limitada su precisión de ataque. Instan pues al reagrupamiento, con apenas aire circundante que respirar, donde gire uno, gire otro, todos giren hacia un mismo lugar............Y te ahogas, te falta el aire, y vas abriendo camino hacia los extremos, buscando aliento, y sus ojos se encienden y te persiguen, y te taladran la espalda,........y sientes el fuego mientras aceleras el paso,..............entonces......te detienes.......la propia angustia te para.........observas.......las súplicas de quienes te rodean........las voces que no callan.........el miedo..........avanzaste un palmo, ya no estás en el centro pero sigues creyéndote arropado, a salvo.
Pero no es cierto, ahora serás más observado, el punto de mira, el blanco;.....y el miedo crecerá también en ellos..........en esos LOBOS VESTIDOS DE CORDEROS......porque oyen y sienten.....tu voz interior.........entonces sabes que ............
Ya queda menos para correr a campo abierto.